Una enfermedad respiratoria grave en niños y adultos que se puede prevenir.
Por: Dora Luz Flautero
Coordinadora PyP
La tos ferina continúa siendo un problema de salud pública mundial, con 17 millones de casos y 180.000 fallecimientos anuales, sobre todo en niños de países en vías de desarrollo, aunque las campañas de vacunación están disminuyendo esas cifras. En países desarrollados, la vacunación sistemática durante los primeros años de vida redujo drásticamente la incidencia. Sin embargo, en los últimos años, se ha observado un resurgimiento de la enfermedad en estos países, con un desplazamiento a ciertos grupos de edad, como adolescentes y adultos jóvenes. Estos últimos son la fuente de contagio habitual del otro grupo más afectado, los lactantes pequeños quienes son los más vulnerables para presentar formas graves de la enfermedad.
La tos de los 100 días o tosferina es una infección bacteriana del tracto respiratorio (pulmones y vías respiratorias), altamente contagiosa y que se disemina a través del contacto cercano al hablar, toser o estornudar. Los primeros síntomas suelen aparecer entre siete y diez días después del contagio e incluyen fiebre, secreción nasal, dolor de garganta y tos, que gradualmente se convierte en tos seca y luego en tos ferina (de ahí su nombre). Puede ser especialmente persistente y durar semanas o incluso meses.
A menudo se piensa que la tosferina es una enfermedad de la infancia, pero puede afectar a cualquier persona. En los adolescentes y los adultos suele ser leve, pero los menores de 1 año son el grupo más vulnerable, con frecuentes complicaciones que incluso puede llegar hasta la muerte.
En los recién nacidos comienza con síntomas similares a un resfriado común, tales como: congestión nasal, estornudos, fiebre y tos leve. Después de 1 a 2 semanas, se desarrolla un moco espeso en su tráquea, lo cual les dificulta comer, beber y respirar.
Los lactantes se pueden enfrentar a complicaciones muy graves, tales como la neumonía, el daño cerebral y la muerte. Aproximadamente el 70% de los lactantes que se infectan con tosferina tienen que ser hospitalizados.
En los adultos, la tosferina normalmente es leve. Muchos adultos infectados no saben que tienen tosferina convirtiéndose así, en la principal fuente de transmisión para el recién nacido.
¿Cómo se puede prevenir la tosferina?
Esta enfermedad es inmunoprevenible y la mejor manera de evitarla es con la vacunación. Existen vacunas para niños, adolescentes y adultos que ofrecen protección efectiva contra esta enfermedad.
La vacuna contra la tos ferina que se recibe en la niñez pierde su efecto a lo largo de la vida. Esto deja a la mayoría de los adolescentes y adultos expuestos a la infección durante un brote, por lo que es importante aplicar las dosis de refuerzo.
Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) a través de ACIP (Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización) los siguientes grupos de personas deberían vacunarse contra la tosferina:
- Recién nacidos, de acuerdo con el esquema de vacunación
- Adolescentes: De 11 a 18 años.
- Mujeres en estado de embarazo o de forma inmediata en el periodo postparto, si no ha recibido la vacuna previamente.
- Padres, cuidadores y otros miembros de la familia de los recién nacidos: tan pronto como sea posible, preferiblemente, antes del nacimiento.
- Puericultores, profesionales de la salud y demás trabajadores de acuerdo con los programas de vacunación empresarial
- Adultos que trabajan con niños
- Otros adultos: Cualquier adulto que tenga interés en recibir una dosis de refuerzo contra la tosferina.
Por otra parte, se recomienda tener buenos hábitos de higiene para prevenir la propagación de las enfermedades respiratorias, tales como: cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar, realizar lavado de manos frecuentemente, el uso de tapabocas en espacios de aglomeración y servicios de salud o cuando se tenga sintomatología respiratoria.
Además, y con el fin de proteger al recién nacido se ha fortalecido la estrategia capullo, recomendada por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) desde el 2006.
¿En qué consiste la estrategia capullo?
Los niños de 0 a 6 meses son los más afectados por esta enfermedad. Cuando se vacuna un bebé contra tosferina solo queda protegido hasta que completasu esquema de vacunación primario.
La estrategia capullo es una forma responsable de proteger a los menores asegurándose de que TODAS las personas alrededor del bebé como padre, cuidadores y demás familiares se encuentren al día con sus vacunas y que estén especialmente protegidas contra la tosferina.
La estrategia capullo busca evitar el contagio de esta enfermedad en los recién nacidos reforzando la protección de los familiares y personas cercanas. Así se reduce el riego de transmisión, pues los niños en esta etapa de su vida son mas propensos de contraer alguna enfermedad infectocontagiosa.
La tosferina puede ser menos severa en adolescentes o adultos, pero mortal para los bebés, hay que evitar el contagio asegurando que los contactos cercanos estén vacunados.
En la IPS Comfenalco Santander nos preocupamos por el cuidado y la salud de las familias santandereanas a través del servicio de Vacunación No PAI, donde podrá encontrar los biológicos que necesita según los esquemas de vacunación.
Para más información puede escribir al correo salud@comfenalcosantander.com.co o comunicarse al 6076577000 Ext. 3134