La meningitis meningocóccica es considerada una enfermedad de interés en salud pública por su ocurrencia frecuente en las zonas de clima templado, su gran impacto en la salud y por los grupos poblacionales a los que afecta
Por: Dora Luz Flautero
Enfermera jefe
Coordinadora P y P
IPS Comfenalco Santander
En un día cualquiera, la vida de una persona puede cambiar drásticamente debido a una infección que muy pocos conocen: la meningitis meningocócica. Esta es una enfermedad bacteriana causada por la bacteria Neisseria meningitidis y, sin un tratamiento oportuno, puede llegar a ser mortal en tan solo 24 horas.
Aunque la meningitis meningocócica es una infección con una prevalencia baja, su impacto es devastador en quienes la padecen. En ese sentido, la evidencia científica indica que una de cada diez personas que la contraen muere, y hasta un 20 % de los sobrevivientes enfrentan complicaciones graves que pueden derivar en amputaciones de las extremidades, pérdida de la capacidad auditiva o daño cerebral.
Todas las personas están en riesgo de sufrir una infección como la meningitis meningocócica. No obstante, los adolescentes y adultos jóvenes son especialmente vulnerables, debido a que uno de cada diez individuos pertenecientes a estos grupos poblaciones es un “agente portador” de la bacteria en su nariz o su garganta, sin llegar a presentar ningún tipo de síntoma.
Lo anterior es de gran importancia, puesto que la bacteria que ocasiona la meningitis meningocócica se propaga a través de las gotitas respiratorias que se expelen al toser o estornudar, así como por contacto directo en los besos. En ese sentido, al ser los jóvenes más propensos a asistir a fiestas, en donde hay interacciones cercanas, y compartir bebidas con amigos o conocidos, se incrementa el riesgo de contagio.
En Colombia, la situación de la meningitis causa una preocupación latente. Según el Instituto Nacional de Salud (INS), en 2024 se reportaron más de 860 casos de meningitis bacteriana y enfermedad meningocócica, lo que representa un aumento de 21 % respecto a las cifras de 2022. La mayoría de estos casos afectaron a jóvenes entre 10 y 29 años, lo que subraya la importancia de la prevención.
Los primeros síntomas de la meningitis meningocócica pueden confundirse fácilmente con los de una gripe común, lo que dificulta su diagnóstico. Fiebre, dolor de cabeza y rigidez de nuca son signos clásicos, junto con náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz y confusión. El diagnóstico temprano y el tratamiento rápido son cruciales, pero la prevención es la mejor estrategia de defensa.
La meningitis se transmite de persona a persona, mediante secreciones respiratorias o de la garganta, al toser, estornudar, dar besos y al compartir cubiertos, motivo por el que es importante intensificar las medidas de higiene, como el lavado de manos, la limpieza de las superficies de alto nivel de contacto, cubrirse al toser o estornudar con la flexura del codo y ventilar los espacios de convivencia.
Sin embargo, uno de los mecanismos de prevención más exitosos es mantener el esquema de vacunación al día. Hay varias vacunas que previenen la infección por bacterias que pueden causar la meningitis y otras enfermedades infecciosas, y, gracias a la innovación científica, hoy es posible encontrar opciones como las vacunas tetravalentes, que brindan protección efectiva contra cuatro de los serogrupos más frecuentes de la bacteria (ACWY). En consecuencia, la medida más efectiva para prevenir el riesgo de contagio no es limitar y evadir las actividades sociales, sino contar con un esquema de vacunación que ofrezca protección contra la meningitis.
Con la vacunación se inmuniza al individuo contra un germen y se evita así que adquiera la infección. La inclusión de las vacunas conjugadas frente al neumococo, el meningococo serogrupo C y Haemophilus Influenzae tipo b en los calendarios vacunales sistemáticos ha causado una importante disminución de la incidencia de estas enfermedades. Por ello, es importante fortalecer los esquemas de vacunación para que, entre todos, construyamos comunidades más saludables y estemos protegidos contra enfermedades infeccionas graves, como la meningitis meningocócica.
En la IPS Comfenalco Santander contamos con vacunas No PAI, que son biológicos que se encuentran fuera del Programa Ampliado de Inmunizaciones, y que complementan estos esquemas con el fin de aumentar la protección frente a enfermedades infectocontagiosas.